Cada día que pasaba se subestimaba su historia fríamente perdida,
era de pensarse que el no sabía lo que pasaría.
Después se sintió solo y bajó a su cuarto,
creémos que comenzó a escribir un poco.
Siempre calculaba el tiempo que tardaba en llegar a su clase,
no quería conocer más que el séptimo arte;
ciegamente se inspiraba en los fenómenos actuales,
buscaba independencia y la expresaba con destreza.
Siempre creyó en una vida diferente,
sus ganas eran pocas cuando se trataba de la vida común.
Brotaba su imaginación siempre que creaba su proyección,
inigualables e implecables las historias de su guión.
Y su nombre era ..., no puedo recordarlo todavía,
solo vivía como un cuervo entre paisajes.
Tal vez lo conocía dentro de nuestra alma máter,
es de mentirte si me refiero a el como humano.
Y su nombre era ..., no sé aún,
yo lo considero gran artista;
excelente guionista y con gran sinceridad;
pienso que es un buen cineasta.
Creo que se llamaba "Ray", no, ese no era su nombre,
nunca lo conocí del todo bien.
Pero era mi amigo letrado;
Dios, como pude olvidarlo!!
Su nombre era... Emmanuel Alvarado, sabía que estaba cerca.
Letra y fotografía: Michelle De León
Dedicado a: Emmanuel Alvarado
Síganlo en Twitter: @Alvakoor
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