Mi triste delirio cuenta los días,
la juventud enamorada encuentro;
lindas y enormes crías,
que golpean mediante plectros.
Mi triste delirio cuenta las horas,
la juventud desdichada anima;
finas y bellas manzanas,
son las que pide mi alma.
Tu triste delirio cuenta mis días,
la juventud recatada aumenta;
rocosas y peligrosas montañas,
esperan por la osadia.
las veces que nos vimos jóvenes;
siempre viendo hacia arriba,
esperando cayéran semillas.
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